Silla vacía

Silla vacíaPara C.

El mar me impidió decirle adiós. Hace cuatro años, despedí a una de mis personas imprescindibles a través del cristal donde duermen los que dejan este mundo sin previo aviso. Pero esta vez ni siquiera tuve el cristal.

¿Qué hacer con este círculo abierto, con este limbo donde quedamos los que no podemos despedirnos? ¿Qué hacer con esta silla vacía en la mesa de mi tribu?

Le hablo a las fotos que me quedan de ella, como si me pudiera escuchar. Son los ardides para lidiar con la distancia.

Me quedo con las sonrisas que le dibujé y con lo que me regaló aquel día de junio. “Yo te deseo que seas feliz”, me dijo.

7 Respuestas a “Silla vacía

  1. Solo el q lo vive sabe cuanta tristeza y vacío da en el corazón no poder decir adiós a la persona q queremos q parte para siempre ya a mi me ha tocado varias veces 😢muy lindo tu articulo Carly 😘

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  2. Caramba, un reencuentro, aunque sea triste por esa silla con dueña, aún vacía! Siempre me gusta leerte, lo he dicho mil veces! Te quiero mucho, Carlitín

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  3. Yo también te deseo que seas feliz. Y que existan muchos martes!

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  4. Pingback: La silla vacía - La Joven Cuba

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