Frente a María, a Ochún, a Cuba

“(…) vida, dulzura y esperanza nuestra (…) A Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas».

Nueve años trascurrieron para que mis padres pudieran llevarme al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, a pagar una promesa hecha el día que nací, cuando la vida de este prematuro peligraba en una incubadora del hospital.

Del templo recuerdo poco. Sabía que ante mí tenía a la Virgen, a la Patrona de mi país, pero era más por repetición que por convencimiento. Me impresionaron las medallas, uniformes deportivos, charreteras de los militares, y tantos otras ofrendas- a mis ojos infantiles, solo objetos puestos de forma organizada sobre paredes y mesas, una especie de almacén gigante-, como recompensa a un deseo concedido.

Por eso, agradezco mucho el viaje de este sábado cuando más de 50 jóvenes de Trinidad, Cienfuegos, Las Tunas y Sagua la Grande emprendimos rumbo a la tierra caliente, para visitar a la Virgen Mambisa.

Quienes iban por primera vez el templo regresaron con un sueño cumplido. Yo traje en mi equipaje la satisfacción de tener en Cuba un lugar muy interesante para ver desde una perspectiva popular, socio-cultural, más allá de la significación religiosa. Fue en este viaje cuando entendí que cuando se trata de la Madre de Cuba, el ateísmo puede cuestionarse y ni la más efectiva catequesis católica logra explicar el fenómeno de lo popular en torno a la Virgen.

Todavía no he encontrado algo o alguien que logre convencerme cómo es posible que el sábado escuché 4 veces, porque las conté, decir en el Santuario: “yo no creo en Dios, pero sí creo en la Caridad”; cómo un policía me llamó el año pasado, mientras la imagen peregrina caminaba por las calles de Trinidad, y con un misterio tremendo me preguntó: “ciudadano, ¿usted es la de la Iglesia? Era para, si puede, me dé una estampa de la Virgencita…”.

Nadie logra darme un motivo bien fundamentado de cómo mi ahijado, de apenas tres años y sin el más mínimo conocimiento de religión, me dijo sin más “Nino, esa es la «virgenchita»”, cuando señaló la imagen que tengo en mi billetera;  por qué mi abuelo, ateo confeso, salió a ver la procesión de la Virgen y se acordó de mi bisabuela, también de nombre Caridad; o qué motivó a una de mis mejores amigas del aula a pedirme una imagen para su cuarto porque “aunque no la venere, me gustaría tener una”, me dijo.

A pesar de mi formación religiosa, de la que vivo orgulloso y lo estaré hasta el fin de mis días por lo mucho que me ha servido, esta vez decidí abrir una brecha entre las fronteras del dogmatismo para aceptar la existencia de “cosas” inexplicables, al menos por ahora.

No importa si la que está allá, en la cumbre del altar de la Iglesia del Cobre, es la advocación de la Virgen María, madre de Jesús; la que apareció en la Bahía de Nipe ante tres hombres que buscaban sal, hace casi 400 años. Esa a la que Mariana Grajales le confió la vida de sus hijos en la manigua, años más tarde. Esa a la que los mambises construyeron un rústico altar, cuyas telas sirvieron a Carlos Manuel de Céspedes para hacer su primera bandera y a la que Ignacio Agramonte invocaba antes de cargar al machete.

No importa si la que está allá, en la cumbre del altar de la Iglesia del Cobre, es Cachita, la bella Ochún, dueña de los ríos, símbolo del amor, la feminidad… la Venus del panteón Yoruba, alegre y fiestera, con el tintineo de sus cascabeles para seducir a los Orishas y a los hombres, envuelta en oro, amante de la miel.

Cuando contemplé a los pies de la imagen a una religiosa, una muchacha echa “santo”, una madre embarazada, agradeciendo el poder tener su criatura después de una infertilidad diagnosticada; un negro, un blanco, jóvenes, ancianos, discapacitados y hasta una quinceañera… preferí acogerme a la idea de Jorge Mañach, cuando expresó que la Virgen de la Caridad era, en pocas palabras, Cuba y que era imposible hablar de Patria sin la Caridad del Cobre.

27 Respuestas a “Frente a María, a Ochún, a Cuba

  1. wuaoo carli me quedo sin palabras es impresionante tu poder para trasladarnos cada semana al lugar donde nace esta nuestra isla, con tus palabras ya me veia alli en santiago rodeada de todos ustedes y pidiendole a mi virgencita por todos.

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      mi vida, podrá sonarte un cumplido pero la virgen bien sabe que mucho que le pedí por ti y por mis sobris… fue inolvidable. Qué bueno que estos encuentros te trasladan a esta tierra que te vio nacer y con estos amigos que tanto te queremos y te extrañamos. Un besote.

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  2. Linda crónica, de verdad que no se puede hablar de cuba sin pensar en su patrona. Un fin de semana que valió la pena, incluso por encima del cansancio y los avatares de la guagua. me cogiste alante peroo bueno, tengo pensado escribir de otra csa. Nos vemos por akí

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Gracias, Luis, por llegarte a la isla y dejarme tu comentario, al menos por esta vez. Al final los avatares de la guagua poco interesan cuando la experiencia fue maravillosa… de hecho suprimí esos párrafos porque nada aportaban…
      Sorry si te cogí alante… tú sabes cómo es esto pero de todas formas no todos pensamos igual y todas las perespectivas siempre son bienvenidas, verdad?
      aquí estoy, en el lab, bajando cosas para ética. Nos vemos.

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  3. Gracias por llevarme de nuevo despues de 32 anos hasta ese lugar tan especial para todos los cubanos… Me remonte a esos lindos dias donde nos reunimos miles de jovenes catolicos de toda la isla, — en el entonces existente tren rapido ( comodo, con grandes vagones y hasta un restaurant) Fue un viaje lleno de alegrias, de union juvenil,y de grandes expectativas…Fue una noche completa rezando, cantando y conversando…Me parece estar oyendo ahora mismo al Padre Fusino con su guitarra cantando Jesucristo yo estoy aqui…… Fue un viaje bello, impresionante y lleno de Fe…… Con tus palabras se ha dichotodo…

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Un placer, Marlene que esta página virtual te lleve de regreso a este sitio tan maravilloso de esta isla nuestra. El medio de transporte no fue el más apropiado, bastante incómodo y caro el alquler… pero al final es preferible quedarse con las cosas lindas, cierto? y omitir esos detalles que nos amargan la existencia y nos lleva a preguntas retóricas.
      Yo tuve la suerte de estar toda una semana en el cobre, hace unos años, en la asamblea nacional de pastoral juvenil y fue maravilloso el despertar y saber que a solo unos metros tenía el santuario. También tuvimos en esa oportunidad una vigilia durante toda la noche, fue espectacular!!!!!Pero, también es cierto que a medida que pasan los años, aprender a mirar las cosas desde otras perspectivas que te enriquecen mucho, eso fue lo que pasó el sábado…Gracias, Marlene, por todo… Te espero siempre aquí: en esta isla nuestra y, bueno, también en el lente compartido.

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  4. Carly. como diriamos por aca: AWSOME!!!
    Me llevaste contigo a este viaje.
    El Cobre es uno de los sitios de más espiritualidad que he visitado. Nunca me arrepiento de ir y volver a ir.
    Gracias por tu crónica del viaje.
    Un abrazo, el de siempre, y ahora espero tu lente.

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    • ah, es que Carli tiene ese don de hacer, como has dicho, una crónica de viaje… vale la pena esperar cada martes, ¿verdad?

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      • Carlos Luis Sotolongo Puig

        Leydi: si yo me pusiera a enumerar tus dones este comentario no tendría fin…Gracias por tu botella. Bueno, no solo por la última… sino por ese mar tuyo, en el me encanta sumergirme casi a diaio.

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      • gracias, Carli..mira para arriba, no al cielo, sino al final de tu post, qué dos foticos tienes ahí!! a Gisse y a mí, ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo… 🙂

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      • Carlos Luis Sotolongo Puig

        Leydi: no sé dónde saldrá este comentatario pero es la respuesta del último tuyo: Claro que vi las fotos!!!!! ahí están mis musas!!!!!!!!!!!

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Toda la tropa de los «niuyores» iba conmigo en el viaje, eso te lo garantizo, Jose.
      Este sitio es perfecto para, además de sentir una paz extraordinaria, hacer un magnífico estudio sociológico, verdad?
      Aquí confluyen tantas cosas buenas que uno tiene que volver, al menos, dos veces en la vida. Un abrazote

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  5. Lourdes Maria Rubio

    Hola Carlos?…No podemos hablar o recordar a nuestra Isla sin hablar de nuestra Patrona, la de todos los Cubanos que aunque lejos de nuestra tierra no deja de estar con nosotros nuestra Caridad del Cobre. No sabes como he disfrutado de tu experiencia en este viaje, me llevaste contigo, la he venerado !!! me bendijo!!! y espontaneamente emocionada escalofrios recorren mi cuerpo como en cada uno de mis viajes al Santuario del Cobre, ….excelente crónica, gracias por compartir con vosotros…te felicito, mucho talento eh, te esperramos!!!

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Gracias a usted, Lourdes, por dedicar un momento de su jornada a visitar la Isla nuestra. Gracias por sus elogios y vivencias.
      Es una satisfacción saber que estas palabras, todavía ingenuas, le ayudan a desafiar las fronteras geográficas y llegar a este sitio-que a veces parece irreal- enclavado en el territiorio santiaguero.
      Me alegro haya sentido la presencia de la Virgen bien cerquita. Es que ella, como madre al fin de todos los cubanos, no entiende de barreras físicas-como tampoco lo hace la devoción- y cobija bajo su manto a todos los que aman esta isla marvillosa, vivan dentro o fuera de ella, o sencillamente, se sientan cubanos, aunque su nacionalidad sea otra. Espero tenerla de vuelta en próximos martes. Un saludo…

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  6. Ay, Carli, me has conmovido con este post de adoración mística. Bueno, eso ya tú lo sabes: que tienes el don de conmover con lo que escribes, mucho más si es sobre la Virgen que tanto veneramos todos los cubanos. Ahora, cómo es que no se te ocurrió invitar a esta sagüera para semejante viaje al Oriente de Cuba? Un beso, mi niño…

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Mi vida, contigo quién no aprende a conmover? (digo, si es que he aprendido)
      ¿Sabes qué sucede, Gi? Tengo una musas excelentes en esta Isla nuestra. Son maravillosas, inigualables y… un momento: una de ellas eres tú: mi Cuba profunda jajaja.
      Asumo públicamente la culpa por no invitarte a este periplo…Prometo saldar mi deuda, no sé cómo ni cuándo, pero la saldaré, descuida.
      Pero, hay otras invitaciones pendientes por ahí…Mi otra musa se te va a adelantar jajaja.
      Aunque algo me dice que, quizá, el Oriente cubano nos reúna pronto…en lo alto de un pico…
      Te quiere, tu niño.

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  7. Lisandra Cadalso - Espinel

    WoW Carlitin me has hecho llorar, bella reflexion me transportastes a ese bello lugar que solo conosco por fotos porque sali tan pequeña de mi isla que no me dio tiempo conocer el cobre y aunque veo a la Virgen de la Caridad casi todos los dias porque trabajo en la Ermita de la Caridad en Miami añoro un dia poder conocer El Cobre por el cual tanto luchamos aqui para poder ayudarlos.

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Lisi: por segunda vez hoy un placer recibir noticias tuyas. Tu comentario en Lente Compartido fue una alegría tremenda. Lamento haberte conmovido y digo lamento porque no me gusta que la gente llore.
      Ya verás cuando conozcas este lugar-porque lo conocerás, estoy seguro- lo lindo que es.
      Un beso para ti y para los tuyos. Te espero siempre por esta isla nuestra y por el lente compartido…

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  8. Manuel Alberto Garcia Alonso

    Gracias, Carli, absolutamente innecesario un comentario sobre tu cronica. Bueno, es dificil llorar y escribir al mismo tiempo…

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  9. Pingback: “Tú escribes mucho de él” « Botellas al mar

  10. Maria C. Suarez del Villar

    Carlitin, fenomeno hace mucho años tuve la suerte de ir alli,donde esta Nuestra Madre y Patrona de nuestra linda y hermosa isla y te dire uqe me parecia estar alli delante del altar mirandola al igual que me parecia luego salir y ver ese lindo paisaje que desde alli se puede idsfruta, gracias por estas cosas hermosas que pones cada marte y aunque nunca te habia escrito te digo que sigas asi porque nos trasporta alla con tus cronicas saludos a todos y un fuerte abrazo

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      El agradecimiento para usted, María. Sí, tiene razón, el paisaje que se puede ver al salir del Santuario es precioso-a pesar de la insistencia de los vendedores de imágenes, flores o piedras-. Ver la iglesia desde abajo es impresionante: tal parece le caerá a uno encima… nada, maravillas que vale la pena perpetuar, al menos, el un post de la isla nuestra. Gracias por estar…regrese cuando desee… aquí la esperamos.

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  11. Hector Jesús Betancourt

    Hola Carli, un poco tarde pero seguro, yo soy de los que leo y disfruto de tus artículos, soy tu fans n° 1, debo decirte que no tengo palabras para elogiar tu verborrea, que nos llega a los que te seguimos, tan bien descrita que parece, como si estuviera allí disfrutando de nuestra patrona, a sus pies, no tengo que decirte que mi formación, educación y fe cristiana me ayudan a vivir todo de una manera especial, pues tu eres y formas parte de ese tronco como una gran rama erguida y llena de verdor, tus palabras hacia nuestra Virgen Mambisa, llegan y se quedan y es cierto que no se puede hablar de Patria, si no va unida a nuestra Caridad del Cobre, esa Cachita, que tan cariñosamente llamamos y que tanto y tanto pedimos!!!! Besos miles para ti y Gracias una vez mas por darnos esa pincelada tan cubana a los que están allí y acá.

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    • Hecti, no importa si eres el primero o el último. Lo importante es que siempre te llegues a este espacio que siempre tendrá las puertas abiertas para ti. Cuando escribía el post me acordé especialmente de Isabelita, porque cuando fui por primera vez al Cobre ella fue con nocotros, de eso me acuerdo como si fuera ayer. De ahí, fuimos al Parque de la Prehistoria y yo le cogí miedo a los dinosaurios de piedra. En uno de los álbunes de fotos tengo una con la Ichi como recuerdo de ese viaje.
      Más que decirme que yo formo parte de tu tronco de formación, eres tú el que formas parte del mío, que desde la distancia siempre has estado tan cerca. Un beso grande para todos… gracias por tus palabras tan lindas. Te quiero mucho.

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  12. Clara Marina Hernández López

    Hola Carli, despues de leer todos los comentarios , es dificil poder decirte algo, admiro tu forma de poder contiagiar a todos los que te leen de poder disfrutar de todos los lugares por donde vas y describes tan bien y con tanta coherencia, te felicito, me has hecho reflexionar que yo, con 59 años no he ido al Cobre y sin embargo estoy en Londres, inexplicable, me prometo a mi misma que en cuanto regrese y pueda visitar ese bello y mágico lugar, donde mas de una vez he pensado ir pero no lo he realizado y sólo de sueños no podemos vivir, ni experimentar, lo que sé de antemano sentiré, cuando tenía 3 años fui al Cobre, cumpliendo una promesa mi tía Fefa,cuando mi madre era niña y la cumplió cuando los tres hijos de Mario y Maria Dolores eran nacidos, sólo recuerdo que en el viaje veía las estrellas en colores y que me hice pipi en la cama, definitivamente, tengo que volver, pero de una forma real. Un besote Carli y !Felicidades!!!!!!!!!!!!!!

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    • Clara: me sorprende sobremanera tu visita a esta isla nuestra…espero no sea la última vez que te llegas a este espacio en Internet. Me sorprende tu testimonio, la verdad es increíble cómo a veces la vida nos hace vivir cada cosas!!! En estos días han salido muchos camiones para el Cobre, pues estamos próximos al 400 aniversario del hallazgo y en este mes toca a la Diócesis de Cienfuegos. No te preocupes, mucho ánimo que ya visitarás este sitio maravilloso para que vivas esa experiencia única. Gracias por tus elogios y por estar siempre dando palabras de aliento. Diviértete en Londres!!! Ya nos veremos por aquí. Besos.

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