Después de la lluvia

Al principio, confieso, me mostré escéptico ante las noticias llegadas a mis oídos el jueves en la tarde. “No puede ser tan grave. Las lluvias han sido fuertes sí, pero nada que Trinidad no pueda resistir. Siempre hay lugares más vulnerables como Casilda, por la cercanía del mar”, decía para mis adentros desde Santa Clara, intentando aferrarme a estas ideas como un mecanismo de defensa. “Todo es parte de la costumbre que tenemos los cubanos de exagerar las cosas”, pensaba.

Al día siguiente, el viernes, desde el interior de la guagua, el paisaje me hablaba con hechos: los ríos carmelitas, como si alguien hubiese vertido cantidades descomunales de chocolate sobre ellos; la furia de los mares cuando arremetían sin misericordia contra las piedras. Yo hacía caso omiso de la pesadumbre que se adueñaba del paisaje, del gris oscuro que opacaba los colores a medida que llegábamos a Trinidad.

Pero todo era real, muy real. A juzgar por el silencio en las calles, hubiese jurado que Trinidad no se había fundado en 1514, sino que Diego Velázquez había terminado de poner la última piedra hace unas horas, que mi rincón cerca del mar y del monte era un área desierta, cuyos primeros moradores eran quienes habíamos puesto pie en tierra en ese instante.

Me encontré una ciudad que no era la mía: maltratada, frágil, que sufría los estragos de una pelea contra el temporal, donde mi ciudad no salió vencedora. Ante mis ojos vi el llanto de los edificios por cada uno de sus rincones, paredes, agujeros… la fachada de la primera iglesia de la ciudad con uno de sus decorados en la fachada arrebatado por el viento, unas calles intransitables por el cúmulo de piedras, cartones, pedazos de plástico…, que el temporal había arrastrado desde vías ubicadas metros más arriba, una Casilda ahogada hasta los tobillos, gracias a la cámara de un amigo; casas llenas de fango con libros y colchones nadando.

No logro explicarme cómo esta villa quedó reducida a “varios daños” y “serias afectaciones”, en las trasmisiones en vivo desde la cabecera provincial y solo el sábado, a través del impreso Escambray, logré entender qué había sucedido exactamente con la carreta rota que aisló a Trinidad de Sancti Spíritus, el daño a las viviendas, entre otros pormenores más trascendentes que estadísticas de evacuados y toma de medidas.

Puse en tela de juicio la efectividad de la restauración realizada en arterias antiguas de la ciudad, porque fueron las piedras de estas calles las que salieron desprendidas cañada abajo, no aquellas “sembradas” por los esclavos de la colonia. Dudé si las inversiones procedentes de otras latitudes podían devolver el esplendor a tantas edificaciones golpeadas y si era cierto la leyenda narrada por el fallecido Historiador de la Ciudad Carlos Joaquín Zerquera: “Los esclavos sepultaron un objeto hechizado en cada esquina de Trinidad, en venganza por arrancarlos de su África natal y suplicaron a los espíritus que la ciudad no se derrumbara, pero tampoco prosperara, como sus recursos así lo permiten”, sostenía.

Pero, una vez más, se cumplió el refrán de “no hay sábado sin sol…”, cuando los rayos despuntaron en el alba del último día de la semana, aunque la luz esta vez no fuera para mostrarnos una estampa alentadora. El clima mejora, sí, pero los rostros no muestran felicidad. Los planes inmediatos de muchos y el sacrificio de otros quedaron bajo agua. Ahora hay que empezar de cero, el trayecto a recorrer resulta muy largo.

Será que a los trinitarios se nos fue la mano con las súplicas a San Pedro para que terminara con la sequía o que la reencarnación es, después de todo, un criterio a tener en cuenta porque, al decir de los más viejos, hace exactamente 22 años, en estas mismas fechas, en estos mismos días de la semana, Trinidad sufrió un embate similar, donde una lavadora rusa rodó calle abajo.

23 Respuestas a “Después de la lluvia

  1. carli increible tu articulo,impresionante tu forma tan bella de hacernos llegar a los de lejos los detalles de como quedo nuestra ciudad detenida en el tiempo.Gracias por crear este espacio para disfrutarlo juntos aunque estemos lejos. un beso te quiero any

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Any: soy yo quien te agradece que me dediques un tiempito entre las locuras de mis sobris, que no nada fáciles ni dóciles jajaja. Para eso estamos, para informar, siempre que sea posible y así evitamos rumores, especulaciones, etc., que tanto daño hacen. Un besote y ya vez que esta Isla Nuestra de cada dia viene cambiando el martes para que no tengas excusa-Dios mío, si Edith Mazola me coge, me demanda jajajaja-. Un besote.

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  2. Hector Jesús Betancourt

    Hola Carli, ¿Que decirte ? Pues tu comentario sobre los destrozos ocacionados por el agua está mas que explícito y bien fundamentado pues sé que eres muy profesional en lo tuyo, solo nos queda esperar a ver si poco a poco «El agua coge su cauce»( y nunca mejor dicha esta frase,) pues hablando desde el Corazon, nuestra querida Villa Trinitaria necesita y muy pronto!!! «Que se pongan pa’ella» como dice Van van. Ojalá que la restauración de fachadas y la reconstrucción de las calles tenga la prioridad que merece y el empuje de las autoridades a quien compete, besos y Mis felicitaciones por tu impecable articulo.

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Gracias, Hecti. Vamos a esperar y tener fe, no? La verdad es que los trinitarios tenemos mucho sentido de pertenencia y eso ayuda muchísimo. Estoy seguro que poco a poco las aguas tomarán su nivel, como bien dices. Recuerda lo que puse en el post: Los esclavos dejaron todo bien amarradito con el más allá para que Trinidad no desapareciera del mapa… Un besote. Gracias por estar.

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  3. Carlitin, gracias por tu articulo tan bonito y descriptivo!! Besos, Mechi

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Un besote para ti, Mechi. Ya veo que una vez más estás lejos de tu Isla, pero, creo, esta Isla Nuestra te hará pasar buenos momentos los martes. Aquí te espero! Un beso

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  4. Que detallado articulo,leyendolo me parece estar alli, caminando con mis amigos y participando de esos tan grandes destrozos, Solo nos queda tener la Esperanza de que las obras de reconstruccion sean rapidas y bien hechas para que nuestra ciudad pueda seguir siendo tan privilegiada. Es una ciudad Patrimonio de la humanidad , quizas se pueda hacer algo para pedir fondos a esa organizacion para esa reparacion????. Gracias por tenernos al tanto en detalles de lo que sucede en la tierra….

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Marlene, te estaría mintiendo si te digo que puedo responder tu pregunta. No lo sé pero, como bien dices tú, hay que tener fe y esperanza. Más que rápidas preferiría que las reparaciones fueran bien hechas, como ha sucedido otras veces en que la espera ha valido la pena (rima y todo, eh?).
      Un placer, y un deber, ponerlos al tanto de esta ciudad que tanto amamos todos, más allá del lugar donde vivamos hoy día. Te espero el martes próximo… Un beso.

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  5. Manuel Alberto Garcia Alonso

    De veras triste. Ahora vienen las justificaciones: ya sabes, Carlos Luis, de que hablo… Pues si bien nadie es responsable de los desmanes de la naturaleza, algunos sí tienen responsabilidad por lo mal hecho anteriormente, las chinas pelonas puestas de cualquier manera, el olvido de importantisimas edificaciones patrimoniales como el Romantico , que debiera brillar siempre en el orden de la conservacion impecable y que ahora paga las consecuencias (o inconsecuencias), el saber de la vulnerabilidad de una ciudad como Trinidad (fabricada con tierra y piedras) e ignorar que es preferible poner el parche antes de que caiga la gotera… en fin, la lista seria interminable.
    Uno se pregunta como es posible saber estas cosas y no actuar a tiempo. Ojala que la celebracion de los 500 anos de la villa ayuden a encontar un «dinerito» para enmendar estos danos colosales. Los trinitarios «asentados» en su ciudad la disfrutan cada dia y cada pedacito de dia. Quizas para ellos sea cotidiana la indolencia de algunos. Pero nosotros, los que la necesitamos porque no la vivimos en la cotidianidad, estamos aterrados por los efectos de estas lluvias, sobre todo cuando pensamos en el tiempo que sera necesario para que de esos muros coloniales se evapore la humedad, y entonces, evaluar danos, acaso perpetuos.
    Felicidades, Carlos Luis, por su serio y valientisimo articulo. Serio por lo profesional de la informacion, detallada y emotiva, y valiente por decir las cosas con dolor y honradez, como al que le duelen. Digno hijo de tus padres, eso eres…
    Tu amigo desde la lejana y fria Noruega,
    Manuel Alberto

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Manuel: creo que te cederé este post a ti, por ese comentario tan oportuno que has enviado. Se nota que, además de tu preparación, etc., no pierdes tus raíces y te conservas como un trinitario auténtico…
      Gracias por los elogios. Es una suerte para mí saber que estas palabras no quedan sueltas, que alguien las lee y, como tú, entiende bien de qué vamos, lo que queremos y cómo podemos decir sin herir, sin ofender, siempre desde la obejetividad y el respeto.
      Soy un fiel partidario que Trinidad se levantará de esta derrota contra el clima y que celebraremos unos 500 años como la villa lo merece: con sus principales edificios restaurados, con la alegría de encontrarnos todos los que se sientan trinitarios y amen a Trinidad, aunque no hayan nacido en en ella. Ya verás! Todavía hay Trinidad para rato!
      Te agradezco las felicitaciones…y espero que esta Isla Nuestra de cada día te ayude combatir las frías temperaturas de Noruega. Un saludo para ti.

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  6. Carli, me has conmovido con este post. Será que me duele también tu villa -claro, no tanto como a ti- y que la imagino matrecha después de semejante temporal. Espero que resurja, como tantas veces ha hecho, de sus propios despojos. Ah, se me olvidaba, acabo de colgarte en los sitios preferidos de mi Cuba profunda. Un besoteeeeeeeeeeeee

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Gi: No tienes idea de cómo esta Isla nuestra de cada día agradece tu visita, en serio. Ya ves! me tocaba a mi conmoverte algún día en retribución a las tantas satisfacciones que me llevo los miércoles en tu Cuba profunda… Gracias por enlazarme a tu espacio para las catarsis cotidianas, qué decirte? si sabes que estás en mis dos blogs? Siempre de guía, como mi eterna tutora.
      Claro que Trinidad va a resurgir, estoy seguro! Hemos pasado por eventos peores y ella es como el ave Fénix!
      Te espero el martes próximo.Mañana me doy un saltico a Cuba profunda…te quiero. Otro besote

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  7. Nuestra linda ciudad quedo con danos, pero poco a poco creo q logra levantarce d nuevo,todo trinitario creo q sintio eso gracias por crear este pedasito asi vemos q se mantiene viva nuestra ciudad

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Gracias, Yoni roy, por acercarse a esta Isla, también suya. No tengo idea de quién es pero eso no importa si, tal como percibo, usted ama a Trinidad, Sí, para suerte de todos nuestra ciudad es fuerte, con mucha guerra que dar todavía y, poquito a poco, volverá a regalarnos su majestuosidad. Espero que regrese pronto a este espacio.

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  8. Precioso, gracias por informarnos de manera tan amena y poetica. Ya estamos al tanto, que pena, que Dios los ayude de nuevo a levantarse y sembrar las piedras como debe ser. Gracias siempre por compartir con los demas. Ya habia visto algunas fotos de Jose Fco, pero tu descripcion nos da un detalle exacto, que pena. Saludos.

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Aracely, aunque no la conozca le agradezco me dedique su tiempo. Usted tiene mucha razón, esa energía positiva es la que necesitamos para que Trinidad no se de por vencido, para que las labores de restauración mejoren…Un placer que este modesto escrito le haya ayudado a comprender qué sucedió días atrás. La espero por aquí, cuando usted quiera. Saludos.

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  9. marta hernández casas

    sotolongo, cuanto me agrada tu blog, mantengo mi criterio que el magisterio es similar a la maternidad, porque se disfrutan los triunfos de los pupilos que llegaron a las aulas con el corazón y las mentes abiertas al saber pero con muy pocas técnicas y uno los ve crecer, alzarse y tomar su rumbo, como mismo sufro cada fracaso de mis alumnos, disfruto y me llena de orgullo cada triunfo, por eso me satisface tu pagina.
    en cuanto a lo que dices que muchos te tildan de nacer y vivir en una cuna de oro te entiendo mucho, y tu debes imaginarte por que, comporto tu criterio de que si proceder de una familia unida, culta, con buenos valores y mdoales, si cuidar el buen hacer y decir, cultivar el alma, vivir por el bien y para el bien, gozar de principios éticos ajenos a campañas y momentos » históricos» que puedan tergiversar la realidad social de una nación, si hacer eso es tener ese origen, pues entonces felices los que tuvimos por oro y lencerías de sedas el amor de los padres, la estabilidad de la familia,por prendas y riquezas libros, conversaciones inteligentes, idas a teatros y museos y mil cosas más que realmente nos diferencia pero que por fortuna nuestra no se contabilizan ni se guardan en cofres con mil llaves para que nadie los robe, se llevan dentro en el alma y en la inteligencia, eso no lo quita nadie, mil besos para tí y para tus padres por mantener siempre el oro en tu vida, marta

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Marta, profe: Muchísimas gracias por visitar esta Isla nuestra. Estoy seguro que no va a ser la última…mucho que le tenemos que agradecer (más allá de la teoría) las artimañas del periodismo, esos que no vienen en los libros escritos por los doctores…
      Sé que tu me entiendes respecto a lo de la cuna de oro, porque tú también eres fruto de una, siempre nos contabas de cuánto le agradecías a la lectura, a la costumbre de preguntarlo todo…
      Demás está decirte que cuento siempre con tus sugerencias y, sobre todo, con tu «peculiar» manera de decir las cosas jajaja porque, como tú bien nos dijiste tantas veces, es sobre la marcha que se aprende a hacer periodismo. Un beso, Carli

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  10. Regla C. Abreu Gainza

    Carli:Que triste que a una villa tan bella como Trinidad le pase esto!Pero a ti gracias por crear este espacio, ya me declaro una de tus más fieles seguidoras

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    • Gracias a ti, Regla, por seguirme y llegar a la isla nuestra. A pesar de tanto chucho, que tú bien sabes es todo en broma, no puedo evitar la alegria de tu comentario porque, en primera, no eres de Trinidad y me alegra mucho que una persona que no vive en esta ciudad se conduela con nosotros cuando Trinidad sufre. Gracias, en nombre de esta villa que acoge a todo el que la quiera, así esté maltrecha después de la lluvia. Un besote, aquí te espero cada semana.

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  12. Pingback: Déjà vu de huracanes « Isla Nuestra de cada dia

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