Valientes fugitivas del Edén

(De izq. a der.) Nurienar, Anay, Anabel y Mairelys

(De izq. a der.) Nurienar, Anay, Anabel y Mairelys

♪“Y me rodean amigas; ay, amigas, dulce esperanza de la sed, amantes siempre vivas, dorado manantial de espigas. Y me rodean, amigas; ay, amigas, diosas del agua de la miel. Valientes fugitivas del Edén”. ♫ Ana Belén.

Se llaman Anay, Nurienar, Anabel y Mairelys -permítanme aclarar que las ordeno según su número en la lista del aula para evitar celos-. Son mis amigas a toda prueba, mis más fieles compañeras en la travesía de la carrera. Dicen que he escrito de todo y de todos en este blog que vieron nacer conmigo, menos de ellas. Yo les prometí que el último post de quinto año sería suyo. Siempre cumplo mis promesas.

Lo que voy a escribir ya lo saben, en más de una ocasión se los he dicho, pero quiero inmortalizar estos pensamientos para que los tengan a mano por si algún día los años empañan la memoria. De cada una robé un misterio para crecer, para ser mejor… De antemano les pido disculpas por el apasionamiento. Empecemos, repito, por orden alfabético.

Anay (Nani) comparte conmigo el gusto por la prensa escrita. Es cienfueguera de pura cepa, aunque a veces yo la mortifique cuando le digo que vive en un “monte” de Cienfuegos porque su apartamento está lejos del boulevard. Nani me enseñó a hacer origamis con forma de grulla -su estrategia para esquivar la tristeza- y esferas de papel, aunque siempre se me olvida el algoritmo para pegar las piezas. De todas, Nani es la que tiene un alma más parecida a la mía en cuestiones amorosas; ambos conocemos el lenguaje de la soledad y los sueños. Me dice Carli. A ella le robé su capacidad de escuchar y dar consejos, de regalar tesoros de papel para levantar el ánimo a mis amigos.

Nurienar (Nuri) -sí, señores, ése es su nombre- fue conmigo a la bienvenida oficial, en el teatro de la Universidad, el primer día de clases y a partir de segundo año nos convertimos en el “dúo dinámico” para los trabajos en equipo. Esta avileña, procedente de Majagua, ha batallado con mi perfeccionismo, mi estrés. Nadie como Nuri para hablar de madrugadas frente a la computadora para terminar un informe de Literatura; nadie como Nuri para resumir una enciclopedia en una oración. Siempre la he definido con las palabras fiesta y alegría porque oye una lata sonar y se le desquicia el cuerpo, es una de las personas más campechanas que he conocido. Le gusta la televisión y desde ahora auguro que será una famosa realizadora de documentales audiovisuales. Me dice Carlili. A ella le robé su capacidad de síntesis y, sobre todo, su autenticidad.

Anabel (Any, Nanita) es una de las personas de mi año que más me ha inspirado, es uno de mis paradigmas. Nunca he visto a alguien tan maduro como esta trinitaria-santaclareña residente en Cienfuegos, a pesar de tanta juventud. Anabel es la seguridad, la “mejor presidenta de brigada que hemos tenido”, como siempre le digo por ser la única en asumir el cargo desde primer año. Any tiene el don del convencimiento, de inspirar confianza. No conozco a nadie capaz de mover cielo y tierra hasta conseguir una guagua para viajar a Viñales a precio de estudiantes. Lo que Any no consiga es porque resulta imposible. Sus ocurrencias son únicas, su voz te enamora; le gusta la radio, aunque yo le vaticiné que llegaría hasta la cadena multinacional Telesur. Ha sido mi modelo para fotografías en más de una oportunidad. Me dice Machi o Carlitín. De Any me llevo su madurez, su capacidad de asumir tantas responsabilidades como lo ha hecho y afrontar momentos difíciles, que ninguno de los otros ha pasado, con un temple envidiable.

Mairelys (Maire) es la loca más cuerda que he conocido. Maire es la transparencia, el optimismo y la devoción. Esta hija de Arroyo Blanco insiste en definirse como “la infiltrada” porque un día calificaron a las otras tres como “los ángeles de Charlie”, pero ella sabe que no es cierto. Yo tengo cuatro ángeles. Maire es la persona más suertuda que pudieran conocer. “Tu estrella tiene un grupo electrógeno para permanecer encendida en caso de apagón”, le digo porque siempre sale airosa de los avatares. De todas, quizá sea la más insegura en sí misma, la que menos cree en su talento; de todas, es la que ha debido enfrentar muchas miradas de reojo en el aula porque algunos la subestiman, y al final siempre sale victoriosa. Maire tiene un doctorado con honores en “coger botella”. Siempre le he dicho que yo quiero enamorarme como ella lo hizo de su esposo, un amor que no entiende de distancias y si había que viajar diario de Santa Clara a La Habana, tal cual sucedió en segundo año, solo para estar unas horas con el hombre de su vida, se hace y punto. Eso es amor. Me dice Charliri. De ella me llevo la perseverancia, la constancia aunque no crean en ti y la prueba que en estos tiempos convulsos es posible enamorarse perdidamente.

(…)

Espero ellas me perdonen por este asalto a mano armada, por robarle parte de sus esencias sin pedirles permiso, pero algo debía quitarles para llevarlas conmigo aunque
estemos lejos. A pesar de todo soy afortunado: tengo un hatajo de locos, dos musas y, para suerte mía, desde hace cinco años tengo cuatro ángeles que velan por mí.

7 Respuestas a “Valientes fugitivas del Edén

  1. Flaco, maravilloso post! Siempre es conmovedor ver cuánto te quieren los demás.
    Mis amigas del alma (América Esther, Zarahí, Miguelina) son mis maravillosos ángeles guardianes. Con una afilada lengua, con diplomacia, con mucho humor… siempre me ayudan a corregirme y ser un hombre alguito mejor. Que vivan las buenas amigas!
    Se te quiere desde el frío norteño! Contra, el norte europeo, no el otro, que ese es muy mal visto en aquellos lares, jajaja!

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Me uno a tu ovación, Manue, que vivan las buenas amigas!!!!
      Un beso grande para todos por allá y ahora, casi un mes después de haber escrito este post es que te contesto, pero tú sabes que la de obstáculos que hay que sortear para mantener a flote esta Isla nuestra de cada día.

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  2. WAOOO!!!!! Hermosa, emotiva y resumida caracterización de tus 4 ángeles, siempre al finalizar un grado quedan recuerdos-personas que marcan, cuyas huellas se hacen imborrables, tratando de conservar las mejores.
    Ellas deben estar muy felices del post dedicado, enchidas por tener un amigo a la altura de tu expresión sincera…. cada pedacito que llevas contigo, como hacen los ángeles, te acompaña para bien. Un gran abrazo.

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    • Carlos Luis Sotolongo Puig

      Este post era una deuda con ellas, Mayra. Y les imprimí una copia a cada una, para que siempre, al leerlo, se acuerden de mí. Gracias por regresar. Un beso grande.

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  3. qué lindo este post!! y qué sincero y conmovedor que las quieras tanto así!! ellas son muy buenas… 😀

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  4. Pingback: Las cigüeñas me traerán sobrinos | Isla nuestra de cada dia

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